EDITORIAL                                        UN EXPRESIDENTE MÁS EN BARBADILLO

Preocupado. El ex presidente se encuentra bajo presión ante el juicio 

sobre los cargos que cometió.

Foto: Radio Nacional

La noticia de política más vista del fin de semana fue sin duda la llegada a Perú del expresidente Alejandro Toledo, quien finalmente fue extraditado de Estados Unidos como parte de una causa penal que la fiscalía peruana lleva en su contra desde 2017.

Se sabe que Toledo ha sido acusado de múltiples cargos de corrupción en casos relacionados con la Carretera Interoceánica y las constructoras Odebrecht y Camargo Correa, y lavado de dinero en el caso Ecoteva. Este último también afecta a su esposa, la ex primera dama Eliane Karp, quien continúa siendo juzgada desde Estados Unidos. Como destacamos cuando el Departamento de Estado anunció por primera vez la decisión de extraditar a Toledo, la acción legal ahora en curso en su contra no solo es importante para el caso individual del expresidente, sino que puede ser fundamental para ayudar a exponer todo el sistema de corrupción en su gobierno.

El hecho de que, por segunda vez en nuestra historia, intentemos juzgar a un ex Presidente de la República por cargos de corrupción también le da especial importancia al público internacional a un juicio que sin duda llamará la atención. El hecho de que el sistema judicial de los Estados Unidos haya accedido a extraditar al expresidente después de una investigación independiente es un testimonio de nuestro propio sistema. Pero para cimentar esa imagen y garantizar una verdadera justicia para todos los peruanos, ahora es crucial que la próxima fase del juicio de Toledo se lleve a cabo de manera rápida y ejemplar.

En los últimos años, las crisis políticas en curso han dañado gravemente la confianza de los ciudadanos en su democracia, lo que lleva a muchos hoy a preguntarse si realmente todavía vivimos en una democracia. Bueno, si bien este caso puede parecer trivial frente a una agenda plagada de escándalos como la nuestra, es exactamente el curso que enfrentará Toledo, dados los reflectores que atraerá que podrían ayudar a generar confianza en nosotros, los demócratas. La confianza y el respeto restaurarán el sistema.

No subestimemos la importancia de que en unos años, tanto en el país como en el extranjero, se dé cuenta de que el Perú es capaz de llevar ante la justicia a un segundo expresidente y obtener una sentencia justa que cumpla con todos los estándares procesales. Además, tales casos establecen un nuevo estándar para casos futuros.

> Redacta: Cisneros, Carim.